Billie por Anna Gavalda, Estupor y temblores por Amelie Nothomb y Los privilegios por Jonathan Dee
Billie
por Anna Gavalda
Una
reescritura de una historia mil veces contada, dos inadaptados se encuentran
y los dos construyen un vínculo que les
salva una y otra vez, frente a todo el resto. Tejen desde la nada una red
emocional que recompone las inmensas carencias con las que han crecido, y desde
la adolescencia se tienen el uno al otro como único espacio de refugio, apoyo y
referente.
Esta
es la sustancia y lo que cambia son los ingredientes que la materializan,
situándola en la sociedad contemporánea. En el escenario de la Francia actual, en
el espacio rural en el que empieza esta historia, dentro de la escuela conviven
chicos de familias situadas en la marginalidad más profunda con otros provenientes
de rancias familias. Las segundas, en muchos casos, se estructuran en torno a
principios tradicionales, no han evolucionado en absoluto y no aceptan la nueva
realidad social, refugiándose en movimientos ideológicos extremos y
trasnochados. Producto de una y otra son los protagonistas de esta novela.
La
autora a la que he seguido bastante, derrocha positividad y optimismo en sus obras, nunca se regodea en
las miserias por las que pasan sus personajes relatándolas con habilidad para
provocar la empatía del lector pero sin descender a detalles excesivamente realistas,
lo que hace que sea una lectura amable. Siempre
deja abiertas las puertas de la esperanza en los finales felices. A mi
personalmente me gusta leerla, creo que esta no es de sus mejores novelas, me
gusto mucho “Juntos nada más” y “El
consuelo “, aun así he pasado un buen rato leyendo esta.
Estupor y temblores por Amelie Nothomb
Es
una novelita divertida, corta y superficial, está bien escrita, de una forma
ligera y sin pretensiones. La autora hace un retrato escueto y preciso de lo
que parece que fue su experiencia
laboral en una gran empresa japonesa. El solo hecho de tratar en clave de humor
semejante “martirio” es ya algo muy inteligente y positivo. Creo que esta
autora esta arrasando en Francia, esta es la única obra que yo conozco de ella por
el momento y no me parece más que mediana. Lo que más me gusta es el titulo “Estupor y temblores “ que por
lo visto es lo que el protocolo dice
textualmente que debe sentir un japonés al saludar a su emperador. Tiene gracia
porque es estupor y temblores, exactamente lo que provoca pensar las
condiciones laborales que soportan las mujeres en las empresas niponas.
Los privilegios por Jonathan Dee
Esta
obra, en cambio, a pesar de que venía recomendada, no me ha gustado.
Probablemente la principal razón sea que la leí inmediatamente después de
“Stoner”, que como dije en la entrada que escribí sobre ella, me parece una
obra maestra. Y claro, las carencias se hacen mas notables empezando por la absoluta
falta de relieve de los personajes que son iguales durante todo el tiempo que dura la narración,
que es una vida. Para seguir con que no son más que estereotipos de una
sociedad (la neoyorquina) pero de alguna manera sublimados y dotados de una perfección
moral, física, etc. que resulta bastante falsa.
Si
analizamos el espacio en el que habitan los personajes, lo que yo suelo llamar
la atmosfera de una novela, es igualmente artificial, son escenarios ideales
donde pasan cosas tan predecibles que resultan completamente aburridas, quizás
pudieran ser consideradas como escenas
costumbristas, sino fuera porque la manera de vivir de esos pocos es tan
limitada en cuanto a cantidad que no resulta significativa.
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