Mi lucha por Karl ove Knausgard

El autor hace
sobre sí mismo un ejercicio de introspección exhaustivo en busca de respuestas.
No he dejado de preguntarme cuál es el
secreto del interés con el que leído las más de mil paginas que componen las
tres primeras obras que están traducidas de "Mi lucha" (La muerte del padre, El hombre enamorado y
La Isla de la Infancia). El autor y protagonista es alguien con quien
comparto apenas un espacio cronológico y un entorno geográfico parecidos. Más o
menos fuimos niños adolescentes y/o jóvenes a la vez. Compartimos iconos
culturales, grupos musicales, actores y actrices. Durante las décadas de los
sesenta y ochenta del siglo XX, los
cambios no eran tan vertiginosamente rápidos como ahora y todos los que pertenecemos a esa
época tenemos, más o menos, a The Beatles, Creedence Clearwater Revival o Bob
Dylan, como banda sonora de nuestros recuerdos. Aunque Europa sea nuestro
espacio vital, Noruega y España resultaban entonces mucho más distintas de lo
que son en el presente. Es lo universal
y profundamente humano en el relato de sus vivencias lo que hace que me reconozca en su
dolor o sus miedos .
El desamparo en
el que vivió su infancia traen como consecuencia la sobre dimensión con la que
ejerce después de padre. La consciencia de la importancia de la infancia en la
formación del carácter, es algo que nuestra generación tiene absolutamente
asumido, no era el de nuestros padres. El sentimiento de responsabilidad y
culpa que a veces se siente con respecto a los hijos, se traslada a los padres
buscando en ellos el origen de nuestros defectos, de las carencias e
inseguridades, de forma injusta o no, proyectando el foco hacia el pasado en
busca de la justificación de sus conductas
Su forma de
escribir es lo más parecido a como funciona el pensamiento humano. Empieza
el relato de un episodio y un hecho
concreto del mismo le conduce a una digresión sugerida por él mismo, sigue a la
digresión, la agota y vuelve al punto del relato que le provocó.

Por último no
acabo de entender por qué ha elegido este título que está inevitablemente unido
a la infausta memoria de Hitler, quizás sea una provocación. En todo caso ahora
después de haberlo leído no se me ocurre otro nombre que sea tan descriptivo de
la obra, pues no es nada más ni nada menos que la lucha de un hombre en busca de respuestas.
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