Pierre Lamaitre
Conocía a este
escritor y en este blog hay una comentario sobre la novela titulada Nos vemos allí arriba con la que ganó el
Premio Goncourt hace unos años. Luego supe que era un reconocido escritor de
novela negra. Así pues, siguiendo una entusiasta recomendación, empecé a leer el
primero de la serie que protagoniza el Comandante Verhoeven, Irene, e inmediatamente seguí con Alex y Rosi& John, que son las otras dos que hay traducidas. La verdad
es que ha sido todo un descubrimiento.
De mi afición
por la novela negra, hay muchos testimonios en este blog y desde Benjamin Black
(Banville), que es uno de mis favoritos, no había leído algo tan bueno.
Banville hace siempre en sus novelas de serie negra un estupendo ejercicio
literario. Muy por encima de la "trama
criminal" están los personajes, la atmosfera, el paisaje y la propia belleza de su literatura. Tanto
que, a veces, parecen simplemente una excusa para escribir sobre el Doctor
Quirke y sus alrededores.
Lamaitre compartió
el premio de mejor novela negra europea con Fred Vargas, otra escritora de la
que soy rendida admiradora. De esta hace poco que he leído su ultima entrega de
la serie que protagoniza el comisario Adansberg, Tiempos de hielo. Ella trabaja con los personajes de manera magistral,
con unas pocas pinceladas y someras
descripciones muy acertadas dota de una personalidad singular e inconfundible a todas las criaturas
que pueblan sus novelas. Fred Vargas se caracteriza por plantear tramas cuya
conexión con la realidad es muy escasa, un poco surrealista, lo cual no deja de
tener mucho encanto.
Así vuelvo a Lamaitre y su serie. Este escritor, además
de escribir con un estilo tan notable que le ha hecho merecedor del Goncourt. Realiza
en sus novelas un trabajo magnífico en
orden a la creación de los personajes que, a las pocas páginas, cobran vida
haciendo que el lector los reconozca fácilmente porque hay mucha inteligencia y
profundidad en el otorgamiento de los rasgos que los caracterizan.
Además y esto es lo que hace que sus novelas sean extraordinariamente
buenas es la construcción de las tramas.
Son extremadamente intrincadas e, inesperadamente, dan giros vertiginosos sin
perder la lógica del primer hilo. Además, plantean ciertos dilemas éticos que
dan mucho que pensar al lector.
Los aficionados a este género no debieran
tardar en leer a Lamaitre. Creo que no
les decepcionará.
Comentarios
Publicar un comentario