«La Nostalgia del Limonero» por Mari Pau Domínguez

Mari Pau Domínguez ha construido una novela explícitamente autobiográfica que, en estos momentos de la vida de nuestro país y de la convulsión que agita la realidad en Cataluña, tiene mucho más interés que el de la pura experiencia vital de una escritora. Su nuevo libro nos aporta mucha luz sobre el tema del desarraigo y la adaptación abordando como estos factores afectan a las personas individualmente y como influyen a las familias donde cada uno de sus miembros los procesa de manera distinta.

La generación de la escritora es la primera que ha alcanzado la madurez experimentado las vivencias en la propia piel teniendo argumentos para analizar el tema sin filtros. La emigración andaluza hacia Cataluña en los años cincuenta del siglo pasado fue un viaje hacia nuevas oportunidades de progreso económico y social dentro de nuestro propio país, pero en la tierra de acogida no fue del todo fácil la adaptación. Aquellos que partieron de Andalucía fueron parte importantísima del desarrollo de Cataluña, pero pagaron un alto precio que ahora, con la perspectiva de los años, es posible analizar.

El desarraigo afecta sobre todo a la primera y segunda generación de emigrantes al sufrir por la sensación de no pertenencia al lugar de origen al cual cuando vuelven, aunque sea de manera ocasional, ya no reconocen porque todo cambia más deprisa que los recuerdos.

Lo que dejaron atrás se sitúa en un pasado del que ellos han huido pero a la vez la añoranza de la tierra, los padres, las cosas cotidianas que eran su vida antes, a algunos no lo abandonan nunca y cargan con este peso que muchas veces tiñe de tristeza toda su vida y la de los que le rodean. Las relaciones familiares se ven afectadas por las tensiones que entre la propia pareja o entre ellos y los hijos tengan por la forma de afrontar la nueva vida que en muchos casos provoca una terrible frustración que incluso empuja a algunos a comportamientos marginales y antisociales. 

En este libro Mari Pau Domínguez con la experiencia impagable que otorga la primera mano, cuenta de la dureza de esas decisiones que tomaron tantos y tantos para optar a una vida mejor para sus hijos. Quizás fue recompensada en el terreno económico pero muchos no encontraron nunca un acomodo emocional y se sintieron intrusos en la nueva vida y también en la que dejaron atrás.

Todo esto lo cuenta con naturalidad, sin dramatismos, con mucho sentido común y la oportuna dosis de emoción y ternura. «La Nostalgia del Limonero» ha sido una lectura interesante y grata, claramente recomendable.

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