El Jilguero por Donna Tar
Las
primeras doscientas páginas se leen prácticamente
de un tirón. El suceso, que es causa y origen de todo el resto de la trama,
produce en el lector un shock que te impulsa a seguir leyendo. Más adelante el
relato pierde ritmo y, a veces, la reiteración de las situaciones se hacen
pesadas e inútiles, sobre todo en el periodo que se desarrolla en Las Vegas,
pero esas descripciones, minuciosas y obsesivas, son parte de su estilo.
Es interesante
la similitud que la novela pretende hacer con los grandes clásicos, en particular
me recuerda a Oliver Twist. El personaje
protagonista que es solo un niño se enfrenta a las circunstancias adversas en que le sitúa
la perdida de su madre que le supone ser vapuleado de una manera cruel. Se sumerge en un submundo de depravación y
miseria moral y eso lo convierte en un superviviente. Cambiando el espacio físico,
social y temporal, el argumento en
esencia es el mismo.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj857s1IjqNOZ8hpa3gytIZ-1WboKQ8beEC5g1jsTxmPgjd5fowM8_SmxNTOQht7JxEfs71b2ZzABjXELIY2lH1QuqO0z5kEjc2IuH-UVCovTWJTwWLay9lZczTrysUO5SWulsjpgZslMA/s1600/mxCGzEb.jpg)
Hay en esta novela, una cierta dificultad para
la arquitectura de los encuentros entre
los personajes, en ocasiones son tan forzados que casi resultan increíbles, y
por ultimo hay otra cosa que me llamo la atención en "El Secreto" y que
la observo también en esta. Se refiere al reducido circulo vital en el que
enmarca a sus personajes, se mueven todos en un pequeño universo de apenas diez
o doce sujetos, aunque el desarrollo de la trama se prolongue en el tiempo y en
el espacio físico. Es el mismo mensaje: la vida, por larga que sea y aunque la vivamos en
lugares distantes, siempre bascula entre unos pocos , a los que nos unen unos vínculos
siempre establecidos en los primeros años de la vida.
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