Lejos del Corazón por Lorenzo Silva

Con Lejos del Corazón, Lorenzo Silva recupera el pulso de buen narrador que suele tener, armando una historia interesante y muy bien construida, desarrollada y resuelta. 

Donde los Escorpiones, la anterior entrega, no me gusto demasiado al encontrarla un poco artificial. Situaba la acción en una de las bases del ejército español en Afganistán lo que le obligaba a construir un escenario desconocido por parte de casi todos. Pecaba de demasiadas explicaciones sobre la vida de los militares destacados en las misiones en territorios lejanos y hostiles y parecía por momentos una novela de encargo, a modo de publirreportaje. Además, la trama policiaca en la que se centraba la historia era endeble y la resolución de la historia resultaba forzada.

No todos los episodios pueden ser igual de buenos cuando se llevan veinte años y once títulos se la serie. Es inevitable que unos gusten más que otros, pero lo que es estupendo es que hayamos tenido la oportunidad de ver como Chamorro y Bevilacqua han ido madurando en este tiempo conservando la personalidad que les otorgo su creador, con las coherentes transformaciones que a lo largo de los años se dan en las personas. Rubén Chamorro y Virginia Bevilacqua se han convertido en una pareja literaria absolutamente consolidada.

En Lejos del Corazón, Silva sitúa la acción en un escenario más familiar, el del Estrecho de Gibraltar. Sin embargo, huye de tratar el manido tema del tráfico de droga y explora el mundo mucho más complejo de los delitos informáticos cuya trama va desvelando sin abusar de tecnicismos que alejarían a lectores no versados en los temas de manejos financieros ilícitos.

Sabe sostener el interés de la historia y profundiza en la idea de que la conciencia del delincuente que utiliza esos medios es diferente del que utiliza la violencia física. El sujeto o sujetos que son objeto del robo se difuminan y no hay un perjudicado con rostro y nombre. Aunque finalmente la violencia traspasa el mundo virtual de redes digitales y se hace presente en la realidad más cruda.

Chamorro y Rubén han evolucionado, la relación entre los dos es mucho más cercana, se entienden sin tener que explicarse, y a través de estas páginas, se nota la proximidad en que han vivido durante tanto tiempo. Ojalá haya muchos episodios más de Bevilacqua y Chamorro, yo la menos ya estoy esperando el próximo.                              

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