«Un Caballero en Moscú» de Amor Towles

Pensando en cómo explicar este libro me he dado cuenta de que hacía mucho que no leía una autentica novela como esta, quiero decir, una obra de pura imaginación. No es una obra de autoficción, como se han dado llamar las que tratan de la vida real de una persona de algún modo alteradas por elementos imaginativos y tampoco es una novela histórica, aunque la acción se desarrolle durante un periodo concreto de la historia. La narración de esta novela es completamente imaginaria, aunque contiene los suficientes elementos de realidad como para crear un mundo posible y creíble donde suceden una gran cantidad de cosas que al final dibujan un carácter.

Creo que la novela es un género literario sumamente difícil, quizás por eso los escritores prefieren utilizar el mundo real para desarrollar sus historias para la propia realidad acote los márgenes de lo posible y lo inventado. Un caballero en Moscúes un extraordinario ejercicio de imaginación, así como una excelente demostración de cómo la buena técnica y el estilo hacen de una obra algo ligero y divertido.

El Conde Aleksandr Ilich Rostov no es exactamente un caballero andante, pero el personaje reúne las virtudes que caracterizan y adornan a estos: inteligencia, honestidad, bondad y valentía. Su vida y aventuras no suceden como al el Quijote o al Barón de Munchausen en escenarios imaginados o alternativos. Su espacio es un espacio cerrado y único, pero es susceptible de contener muchos y diferentes mundos dentro de él. A lo largo del libro, el protagonista proyecta en ocasiones su mirada hacia el pasado y fuera de los muros del Hotel Metropol, donde todo sucede, pero sólo son divagaciones extemporáneas. El personaje es una creación que necesita de ese espacio y ese tiempo cambiante y azaroso para conformarse y alcanzar la realidad.  Del mismo modo que ese tiempo y ese espacio es imprescindible para que el Caballero Rostov nos conduzca desde su torre-campanario por los entresijos de la historia y de la naturaleza humana.

He disfrutado mucho de la lectura de Un Caballero en Moscú, lo recomiendo vivamente porque trae aire fresco y renovado al panorama literario, con esta nueva interpretación de la novela de caballería.

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