“Y las montañas hablaron” por Khaled Hosseini
Primero leí “Cometas en el
cielo”, me pareció un libro precioso. Todo lo que yo conocía de Afganistan era
a través de las noticias, un país siempre envuelto en guerra y oscuridad
religiosa. Las primeras paginas de esta
novela son luminosas y te hacen viajar a un lugar cuya belleza contemplas a
través de los ojos del narrador que ama su tierra, la mira y la cuenta con los
ojos del corazón. Hay pasajes en él de inmensa tristeza pero también hay
ternura y sobre todo nostalgia.
“Mil soles espléndidos” fue
la siguiente, me gusto también pero en esta, la ira y la desesperanza del autor
se traduce en una suerte de dramatismo tan extremo que no da tregua. La
tragedia se ceba en los personajes de
manera que cuando pensabas que no podía ocurrir nada más pasaba algo peor, como
si hubiera reunido todos los males posibles y los hubiera volcado en los
personajes que habitan en esta novela y, la verdad, que todo parecía ser
posible en ese escenario atroz que fue el Afganistán de los últimos años del
siglo XX. Un lugar que vivió la invasión soviética seguida de una guerra civil
que condujo a la espantosa opresión que
ejercieron los talibanes sobre toda la sociedad y especialmente sobre las
mujeres. Apenas podía recuperar el aliento entre pasaje y pasaje.
Supongo que fue por esto por
lo que la noticia de la publicación de “ Y las montañas hablaron” no me provoco una especial ilusión por
leerla. Me imaginaba otra vez sobrecogida
por las desventuras de unos personajes
que empiezan a ser familiares. Pero varias recomendaciones que suelen
ser acertadas me motivaron y debo decir que ahora me alegro mucho de haberlo
hecho.
El nuevo libro de Hosseini es
en realidad una concatenación de historias enganchadas entre sí, bien a través
de los personajes, todo pertenecientes a una misma familia o relacionados de alguna forma con ella, bien por la
pertenencia a un mismo espacio de origen, Shadbagh, la aldea donde empieza
todo. El tono de este libro es mucho mas
dulce que los anteriores, posee tanto la belleza como la poesía del primero y
el interés dramático del segundo pero sin ser tan excesivo. Parece que el autor
se ha despojado de la rabia y ha templado sus palabras. En las paginas de “Y
las montañas hablaron” se respira el amor por esa tierra que nuestros ojos
occidentales imaginan como un oscuro e inhóspito pedregal. Hosseini las recrea
con el recuerdo depurado de amargura y la transmite con la belleza que otorga
la distancia. Hay en él una visión mas esperanzadora del futuro.
El ritmo o la cadencia de la
narración es oriental. He disfrutado mucho de esta elegante forma de contar historias. Ha
sido estupendo leer tres obras del mismo autor sin sufrir decepción, no siempre
es así. Leed “Y las montañas hablaron” porque creo que no lo lamentareis.
Estoy de acuerdo con tu crítica, aunque he de advertir, por experiencia, que se trata de un libro que debe leerse de corrido y sin intercalar ninguna otra lectura, ya que se corre el riesgo de perder el hilo conductor de las distintas historias. A mí me pasó y aunque al final lo acabé disfrutando, hubo un momento en el que me perdí, por "colar" otro librito en medio.....
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